La tecnología de radiofrecuencia es la aplicación de corriente eléctrica a través de la piel con el fin de producir calor en las estructuras con alto contenido de agua: la dermis y la grasa subctuánea, dejando a la epidermis intacta.
La corriente eléctrica es aplicada a la piel con una punta que alterna de cargas positivas a negativas, produciendo calor.
En la dermis, el calor lesiona levemente los tejidos y activa los fibroblastos. Los fibroblastos son las células encargadas de producir colágeno, que es la proteína responsable de dar estructura, firmeza y volumen a la piel.
En la grasa subcutánea el calentamiento provoca contracción de los septos que rodean a los lóbulos de grasa y liquefacción de la grasa, permitiendo que esta sea reabsorbida por la circulación sistémica. El resultado final de esto es una piel contorneada y más estirada.
La radiofrecuencia es ideal para levantamiento de cejas, párpados, pliegues melolabiales, mejillas “colgadas”, papada y cuello. Los resultados se observan mejor a los 2-4 meses del tratamiento, pero la producción de colágeno continúa durante 1 a 3 años, aunque es muy variable dependiendo del proceso natural de envejecimiento del paciente.
¿Quién se beneficia de un procedimiento con radiofrecuencia?
¿Cómo se realiza el procedimiento con radiofrecuencia?
¿Cuál es el efecto inmediato de la radiofrecuencia?
La piel quedará enrojecida e inflamada, lo cuál se resuelve en 24-48 horas, puede ayudar el aplicar compresas frías. También podremos notar un leve estiramiento inmediato, llamado efecto “flash” que es temporal y desaparece a lo largo de los días.
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Redacción Dermalomas
Equipo de doctores investigadores especialistas en dermatología con una amplia experiencia y una probada trayectoria.